CapÃtulo 2
Llegamos al club que nos
habÃan recomendado, nada fuera de lo normal. Gente amontonada con sus
mejores galas para poder pasar por el proceso de selección de quién se
ve más guay y quién no merece ni la mirada del guardia.
Creo que si algo no me
gusta de los clubs es esperar, que este tan lleno que ni si quiera
puedas moverte o bailar, no poder hablar con tus amigos por el sonido
tan fuerte de la música pero si algo puedo rescatar y que por eso acepto
las invitaciones es la música y la forma en que me hace bailar cuando
estoy con mis amigos.
Llegamos y el lugar
estaba lleno...genial, pero al menos se podÃa pasar, y bueno era España,
era un nuevo continente y una experiencia irrepetible la que tenÃamos
aquÃ.
El momento que sabÃa que
me desagradarÃa bastante por la espera habÃa llegado, ir a la barra
para ir por nuestras bebidas y que claro, estaba atiborrada de gente.
Trate de llamar la atención del bartender para pedir mi bebida pero como
era de esperarse no iba con el escote de ensueño para que me hiciera
caso como a las otras chicas
- Hey, ¿quieres algo de tomar? – cuando voltee vi al tipo que llamó mi atención en la piscina el dÃa de ayer.
- No gracias, asà estoy bien
- Te he
observado un buen tiempo y no creo que tu situación mejore si no mejoras
tus tácticas para llamar la atención de Joe
- ¿Joe?
- El bartender, nunca te habÃa visto por aquà y claramente no eres como las otras chicas, ¿De dónde eres?
- No sé si tomarme eso como un halago o un insulto, soy mexicana
- Tómalo como una buena cosa porque captaste mi atención linda, ¿Bailamos?
- No estoy interesada en realidad
- Pues serás la primera que me lo dice
- Todos tenemos una primera vez
- Vamos aunque sea bailemos, prometo no hacer nada...si tú no quieres claro
Eso me hace poner los ojos en blanco, que horror.
- Si con eso dejas de insistir vale, bailemos
- Muy bien mmm....
- Becca, me llamo Becca
- Pues será un gusto conocerte Becca, yo soy Nacho
Repasemos los puntos de
qué está mal aquÃ, uno, estoy en un club en España bailando con alguien
que claramente me gusta pero después del show que dio en la piscina el
dÃa anterior, claramente demostró ser un idiota; dos, el tipo tiene
novia y realmente no me quiero meter en problemas, todo iba bien aunque
no querÃa rechazarlo pero tenÃa que insistir tanto que no me pude
resistir; y tres, está demasiado cerca y si sigue asà las cosas no van a
terminar bien para ninguno de los dos. Me toma por la cintura y
seguimos bailando aún más cerca, qué diablos pasa contigo Becc...¡¡ME
está besando!! wo no, esto es demasiado.
Lo empujo con fuerza y
él se sorprende de que lo haya rechazado de nuevo, creo que lo mejor es
regresar con mis amigas asà que salgo de la pista.
- Vale, vale perdón Becca, no pude resistirme
Ni si quiera quiero
voltear, pero debo decir que lo disfrute asà que por dentro estoy
controlándome para no regresar y seguir bailando y besándonos. El me
agarra del brazo y me voltea,
- De verdad perdóname, ¿podemos al menos platicar un rato? no lo voy a volver a hacer
- Después de lo que hiciste no sé si creerte que sólo vamos a hablar
- Lo entiendo, pero esta vez va enserio
Salimos a la terraza y nos sentamos en la barda, juntos pero no tan juntos
- Entonces eres mexicana, y qué haces por España
- Estoy de prácticas
- Qué guay, ¿qué estudias?
- Comunicación
- Es parecido a lo mÃo, yo estudio marketing pero más enfocado a lo polÃtico
Odio lo silencios
incomodos y al parecer este es más largo de lo normal, creo que mejor me
voy antes de que las cosas de pongan peor. Tomo mis cosas y me dispongo
a irme...
- ¿Entonces no te gusto?
- No estás muy
acostumbrado al rechazo verdad- le sonrió, ya no es tan incómodo estar
en su presencia después de que lo he conocido un poco mejor.
- En realidad no, eres
la primera, generalmente las mujeres saben quién soy y se lanzan por
montones, no tengo que rogarles tanto para que al menos bailen conmigo
- Que engreÃdo eres- suelto una risa para quitarle importancia a lo que acabo de decir y el sonrÃe también
- Bueno, solo digo la
verdad, además eres muy confusa, un momento me estabas coqueteando y al
otro me estas rechazando, si no fuera porque tienes algo que me atrae no
habrÃa insistido me habrÃa dado igual.
- Yo no te estaba coqueteando
- Claro, ¿te muerdes el labio y te le sueles quedar viendo a los hombres generalmente entonces?
- ¡No estaba haciendo eso! o al menos no prestaba atención
- Yo seré engreÃdo pero tú eres una mentirosa
Lo golpeo en el brazo,
- ¿Y tienes novio?
Me quedo pensando un
rato, si le digo que sà quizás me lo saque de encima pero en realidad no
quiero que se vaya, me ha gustado mucho la plática que tenemos y quizás
podrÃa ser un buena amigo asà que sin meditarlo mucho mi boca termina
contestando que no y preguntándole por él, va la segunda etapa, si
contesta que no, sé que no vale la pena seguir hablando con alguien que
niega a su novia y la engaña por un ligue de una noche, aunque ya la ha
engañado cuando me ha besado...
- Ahora mismo no sé, he
salido con ella por dos años y sé que no deberÃa decirte esto, pero como
te dije antes, soy muy honesto. Nos conocimos en la universidad y todo
estaba muy bien pero la verdad es que ahora ya no se siente nada, ni si
quiera creo que ella lo sienta pero ninguno de los dos se atreve a
terminar
- Vaya, no te ves como el tipo de chicos que siguen con alguien por costumbre o que no quiere lastimar a las personas.
- Por quien me tomas,- me sonrÃe y voltea a verme - qué te hace pensar eso, si yo no te he hecho nada
- Ya, es solo que por la forma en que llegaste muy seguro de ti mismo y tu forma de hablar pareciera que no te importaba nada.
Voltee a ver mi reloj y
eran casi las dos de la mañana asà que tenÃa que irme si no me querÃa
quedar dormida para mañana ir al trabajo.
- ¿Puedes al menos darme tu teléfono?- preguntó.
- Pero si acabas de decirme que tienes novia, cómo te voy a dar mi teléfono
- Ya, pero eso no quiere decir que no podamos ser amigos
Me quedo pensando por un
momento si es conveniente hacerlo, ciertamente me ha caÃdo fenomenal y
me gustarÃa tener un amigo en Madrid pero no creo que las cosas
funcionen muy bien
- Vale, pero solo debes prometerme que no esperarás nada más de mi
- Lo mismo digo.- y me sonrió como si le acabara de decir que aceptaba darle 5 millones
Cuando estaba dispuesta a dormir, un mensaje llegó a mi celular de un número desconocido:
"Ves que no fue tan malo bailar conmigo, descansa Becca"