Capítulo 4 "Aunque te encuentres lejos...me atraes"
15:25
Becca
Soy una hipócrita...me quejó de la gente que actúa como tonta cuando esta enamorada pero despierto y lo primero que hago es ver el teléfono con la esperanza de tener un mensaje...es ridículo por varias razones, y la primera y más grande, el tipo no vale la pena. Por más guapo que este y agradable que pueda ser, es un idiota, ni siquiera contestó mi mensaje. Siento que perdí mi dignidad, bueno, quizás exagero un poco pero ¿Qué pasa con la chica fuerte e independiente a la que le vale todo o si llama o no? ¿Qué pasa con el corazón frío que suelo tener?
Los rayos del sol empiezan a asomarse por mi ventana y eso me molesta, necesito más horas de sueño y cubrirme con la almohada no hace que parezca de noche de nuevo. Menos los gritos de Teffi sobre si me terminé el cereal, que son las 12pm y debería estar despierta.
Hoy pinta para ser un día horrible...
— Buenos días princesa, espera, ese es un buen título para un libro ¿no?
— Mala suerte, ya te lo ganaron — respondo sentándome en el taburete de la barra de la cocina
— ¡Maldita sea! siempre llegó tarde. Madre mía, sí que tienes mala pinta
— ¿Gracias? No pude dormir por culpa...de un idiota que me levantó con sus mensajes y después ya no agarre el sueño
— ¿Quieres café? puede ser lo mejor para ti en estos momentos
— No gracias, sabes que prefiero las cosas frías y creo que lo mejor para mi en estos momentos es un rico y delicioso baño
Menos mal que ya no me contestó Nacho, así puedo consentirme todo este día, no tengo que pensar en qué ponerme o si me veo linda, o tengo que martirizarme con buscar un tema de conversación porque odio los silencios incomodos, sí, menos mal que no dijo nada...seguiré repitiéndome eso hasta creérmelo...
El timbre sonó y las dos volteamos a vernos
— ¿Esperabas a alguien?
— No...esperemos que no sea el portero con otras bragas que le entregó el vecino, no sé como me perdí eso —comenzó a reírse haciéndome enojar más.
— Eres increíble de verdad, fue la peor vergüenza y para colmo ni siquiera eran mías ¡eran tuyas! por favor hazme el favor de tenderlas mejor la próxima vez que laves...iré a ver quién es
Bajé las escaleras y me dirigí al recibidor cuando escuche una voz que reconocería perfectamente y me escondí tras el pasillo ¿Pero qué diablos? ¿Qué hace aquí? ¿Le di mi dirección en algún momento? No, estoy segura que no lo hice, esto da miedo...
Cuando me arme de valor para enfrentarlo, el muy cínico volteó a verme y sonrió de forma petulante como lo sabe hacer.
— Hey ¿Estás lista? ...mmm creo que por tu aspecto no
— ¿Lista para qué? y antes que respondas eso ¿Qué diablos haces aquí y cómo sabes donde vivo?
— ¿Nunca haz escuchado la frase tengo mis contactos?
— Ok, eso da miedo ¿sabes? ¿Qué haces aquí?
— Quedamos en ir a comer
— Jamás me contestaste, supuse que eso fue un me arrepentí pero no tengo los pantalones para decirte
— Yo jamás haría eso, si no quisiera salir contigo te lo diría y ya, aunque eso de los pantalones, si hablamos de ti me gustaría no tenerlos —Voltee los ojos
—Eres un idiota...
— Bueno pero aquí seguimos y necesitamos irnos antes de las 4 si queremos llegar
— ¿A dónde?
— Sopresa sorpresa
Esto esta mal, esta muy mal pero era tentativo tenía que reconocerlo, y por dentro mi orgullo y dignidad habían regresado, sin embargo no se lo iba a poner tan fácil.
— Ok, sólo dame un segundo mientras me arreglo, ya bajo
Subí a toda prisa las escaleras y entre al apartamento sin aliento, ni siquiera había pensado en mi aspecto cuando vi mi reflejo y definitivamente no era el mejor, pero eso era lo de menos, necesitaba un plan y ahora. Fue cuando Teffi salió del cuarto que recordé.
— ¿Quién era?
— ¿Sabes qué? tú me vas a pagar la vergüenza que me hiciste pasar por tu culpa
— Ok, tengo miedo ¿De que estás hablando Becca?
— Necesito que me acompañes a comer con Nacho
— ¿Qué? ¿Estás loca? claro que no
— Vamos por favor, no me dejes sola, le prometí ayer que saldríamos pero nunca contestó así que supuse que no pasaría nada pero esta ahí abajo esperando a que vayamos a quien sabe donde y no puedo ir yo sola, sería demasiado, por dios ¡él tiene novia! entre dos chicas ya no sería tan raro, anda di que sí
— Así que ese fue el idiota que te mantuvo despierta eh —Me responde con una sonrisa burlona —¿Alguna vez te han dicho que estás loca?... de acuerdo pero me prestarás esa falda que me gusta para este fin de semana
— Agh, esta bien, trato hecho, ahora arréglate
Corrí a cambiarme y ponerme decente y en menos de 5 minutos bajamos para encontrarnos con él. Debo reconocer que se veía bastante bien, una camisa blanca doblada por las mangas, por qué Dios, por qué, los vestigios de un tatuaje se veían en sus brazos y mis pensamientos fueron interrumpidos por el carraspeo de Teffi
— Dijiste que podía llevar a alguien más ¿No? pues estamos listas —sonreí. Su cara la principio parecía sorprendida pero rápidamente cambio por una feliz e inclinó su brazo hacía la puerta
— Señoritas...
Llegamos a un edificio que no daba buena espina, con paredes grafiteadas y con sólo dos puertas que al parecer eran elevadores, pero parecía abandonado y lo primero que pensé fue, hemos sido secuestradas...mi primer reflejo fue tomar la mano de Teffi que al parecer me vio igual y eso no me tranquilizaba.
— Tranquilas, ya casi llegamos —dijo Nacho. Eso tampoco me tranquilizaba, pero el cuerpo de Nacho tapaba toda la puerta y escapar iba ser todo un desafío, tenía que planear algo. ¡Qué idiota! quién sale con un tipo que apenas si conoce. No sé si agradecer que traje a Teffi conmigo o sentirme mal por meterla en esto. Subimos a un ascensor y mi miedo cada vez era peor, pensé en toda las posibilidades. Hace poco vi un video en Youtube en el que ultilizaban las llaves como manopla, podría buscarlas en mi bolso y golpear a Nacho y una vez que las puertas del ascensor abrieran podríamos escondernos para después...oh por Dios...las puertas del ascensor se abrieron.
— Bienvenidas a "El rincón de Madrid"
Me quedé sin palabras. Teníamos ante nosotros una vista magnífica de Madrid, nada que ver con lo que estaba abajo. Los pisos de madera y la cantidad de plantas que decoraban el lugar, le daban un toque perfecto para observar el paisaje.
—Tío ¡Qué bueno que vinieron! —Se acercó a nosotros alguien pareciera de nuestra edad y saludo a Nacho.
— Hola Nicolás, te presentó a Becca y a su amiga Teffi ¿Tienes nuestra mesa preparada?
— Claro, con todo lo que me pediste —Nicolás volteó a verme y me guiñó el ojo...eso me asusta.¿Qué esta preparando este hombre?
Nos sentamos en la mesa que nos asignaron y bueno, creo que todo el lugar era perfecto así que no sabría decir cuáles eran las especificaciones de Nacho.
— ¿Qué le pediste a tu amigo?
— Tranquila no seas desesperada, pronto lo sabrás, mientras tanto, no se limiten y pidan lo que quieran que la casa invita
— Tú, amigo, me caes bien —dijo Teffi, que al parecer abandonó mi bando para pasarse al de Nacho por unos simples tragos...bonita amiga.
Después de 5 tintos de verano, 2 chupitos de tequila, bastante malos debo de decir, 3 vasos de whiskey y otros 3 mojitos por parte de Tessa...las cosas pintaban bastante bien y sólo habían pasado 2 horas cuando una banda empezó a instalarse.
— Y por eso quería este lugar, tienen que escucharlos —dijo Nacho. Y efectivamente, eran muy buenos, una combinación entre pop movido en español pero de esos que te hacen querer bailar y gritar así que como ya lo veía venir, Teffi agarró mi mano y me jaló a la pista. De verdad hay veces que quiero matar a esta mujer pero esta vez no fue una de esas, esta vez fue de las que la amo porque no sé qué habría hecho sin ella esta noche. Continuamos bailando hasta que sentí unas manos en mi cintura, sabía perfectamente de quién eran y eso no me hizo estar menos enojada. Viendo mi reacción Nacho tomó mi mano y empezamos a bailar, hasta que la música se empezó a poner más lenta, él se acerco tanto que prácticamente sentía su respiración en mi cuello y al ver que mi cuerpo respondía y que Teffi no podía rescatarme ya que estaba...muy ocupada con alguien más (sí por ocupada me refiero que prácticamente se estaba comiendo a otro chico) lo único que se me ocurrió fue arrastrarlo a otro lugar para sentarnos.
Encontré un lugar apartado en la parte de atrás y lo invite a sentarse conmigo y así lo hizo
— Eres increíble —dijo con una sonrisa sarcástica en su rostro
—¿De qué hablas? —contesté
— Siempre huyes en el preciso momento, parece que eres experta
— Sé cuidarme y sé cuándo se avecinan problemas y tú querido amigo, tienes toda la pinta de serlos, cosa que promete dramas innecesarios, así que no huyo, sólo me protejo.
Volteó a verme y comenzó a levantarse, dejándome sola, vaya, eso fue rápido, digo, quería dejarle claro que no quería nada con él (aunque fuera mentira) pero su aceptación fue muy rápida y eso hirió mi orgullo, me levante y me dispuse a buscar a Teffi cuando regresó.
— Una vista así se disfruta con un poco de vino —dijo Nacho con un par de copas y una botella de vino en su mano
— ¿Sí te das cuenta que tenemos enfrente un edificio no?
— Yo no hablaba del paisaje - Me ofreció una copa con vino y yo sólo voltee los ojos y tome la copa
—¿No te rindes?
— Qué puedo decirte, en un principio fuiste un desafío para mi, me gustaste desde el principio Rebecca, pero tu rechazo hizo crecer mi interés y poco a poco me gustas más.
— Bueno tengo dos grandes peros a tu historia, 1 no estoy interesada, ya supéralo, pero aún así me caes bien 2 tienes novia.
— Es algo complicado —Dijo mientras tomaba un trago de su vino —¿Qué es lo que me falta entonces para interesarte?
— Huy esa es fácil, no ser tú - Me reí mientras él me volteaba a ver con ojos para matarme - Eres guapo Nacho, pero nunca podría confiar en ti, y nunca me he enamorado o he tenido novio pero sé que la confianza es primordial para salir con alguien.
— ¿Nunca has salido con alguien? mmmm eso me dice que estás loca y nadie quiere salir contigo por eso, porque eres muy guapa.
— Eres un tonto —Le conteste arrojándole un poco de vino a lo que agarró mis manos y me arrastró contra él mientras le suplicaba entre carcajadas que me dejara, comenzó a hacerme cosquillas y yo gritaba que parará hasta que por fin me soltó.
— No lo sé —Dije —supongo que soy una romántica de closet.
— ¿Cómo es eso?
— Siempre que veo películas románticas o escucho canciones sobre el amor me gustaría vivir esa historia. Espero que algún día, sin darme cuenta, encuentre a la persona que me haga sentir esa sensación de nerviosismo, que cuando me bese o me toque me derrita, que vivamos un romance como los que describen mis libros, vamos, incluso que las peleas sucedan para darle espacio al sexo de reconciliación, al de la noche, la mañana, la tarde, compartir secretos y hacer algunos juntos, memorias para contar...y todas esas cosas que nos describen en la ficción.
— Me perdiste después de lo del sexo, después sólo escuche cursilerías
— Eres un gilipollas, como dicen ustedes —le contesté riendo —debo dejar salir este lado cursi al menos 1min al día para que no se acumule
Me sonrió y me tomó de la mano —Pues supongo que sí eres una romántica de closet, no puedo decir que siento lo mismo porque el amor no es un buen amigo mío, me lo ha demostrado en repetidas ocasiones, pero creo que a veces nos encerramos en nuestra fantasía que no vemos lo evidente a los ojos de los demás
— Qué profundo
— Doy sesiones los martes gracias, recuerda dejar tu pago saliendo de la consulta
—¿Y cuál es tu pretexto para no enamorarte?
— Lo típico, entregas todo de ti y alguien lo toma y se lo queda para después regresártelo en mal estado y sin disculparse, eso te hace ser más precavido y no volver a entregar nada
— ¿Y Lily?
— Es un señuelo —Volteo a verlo porque no entiendo nada de lo que me esta diciendo —Sé que suena feo, no me veas así pero, estaba harto de los comentarios de "ya supéralo" "encontraras a alguien más" "no era la indicada" así que decidí estar con ella para que la gente dejara de verme con lástima y me acostumbré supongo.
— Pues supongo que somos dos los que nos han lastimado y preferimos no enamorarnos, el amor es un asco...
— Salud por eso
Continuamos sentados bebiendo nuestro vino, definitivamente la vista, aunque fuera un edificio, era única. Podías ver la Gran vía iluminada, los coches que se dirigían a ninguna parte en especial, supongo que todos pensamos que tenemos una dirección que seguir pero a veces no sabemos el por qué seguimos esa dirección, sólo nos dejamos llevar.
Lo mismo pasa con el amor, dejamos que los sentimientos nos guíen sin una dirección en especial y el problema es que cuando el amor se termina nos sentimos desubicados.
Quería formular la pregunta que tanto daba vueltas en mi cabeza pero no me atrevía escuchar la respuesta, pero me estaba matando no soltarlo.
— ¿Y cómo se llama la maltrata corazones?
5 segundos sin respuesta, luego 20 y tuve que voltear a verlo, 30 y el seguía sin mirarme ni decir nada, sólo observando nuestro paraíso, 60 y al fin hablo.
— Es hora de irnos
Se levantó y nos fuimos directo a la mesa sin hablar.
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